Muertes
sembradas
en la tierra
como flores
de dolor
escarlata
clamando
su muda
agonía.
Partitura
en sanguínea
trazada
sobre un
inmaculado
lienzo
de hosca
inpuneidad
inútil
intolerable.
Cada una
de sus
notas
lleva
nombre
de mujer.
Quo Vadis?
Somos iguales
ante la ley.
No ante
la justicia.
No ante
los quebrados
ojos de una
madre.
No ante
el puño
erguído
en el que
mece
su alma.
No ante
las manos
de hijos
huerfanos
vacías de
caricias.
La pérdida
de una
sola vida
descompensa
el balance
de la
cegada
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