DESAPARECIDO
Nada me impide llorar. Todo va de prisa mientras
trato de quedarme dormida. Cierro los ojos y es solo un perro que me muerde la
mano. Los abro y estás lejos sin hablarme. Ni dormida puedo intentarlo.
A la distancia, hago la paz con una hoja en
blanco.
Hoy quisiera saber dónde estás.
UNDERGROUND
No puedes tomar
antidepresivos ni saltar del puente. Tampoco puedes colgarte del cielo
y esperar que un ángel te empuje. Entonces, ¿qué puedes hacer? Por ahora, solo
te queda crecer bajo la tierra...como la papa, como los muertos, como un tesoro
escondido.
HAMBRE
He oído mi risa mientras
me miraba al espejo y de rabia me escupí. La soga no sabía bailar, pero igual
se movía con el ruido de mi estómago. No desayuno desde ayer y, por si mañana
se me ocurre almorzar, he colocado una cuchara bajo la almohada. Las envolturas
de “Sublime” deambulan por el suelo de mi habitación como si todavía existiera
un duelo con la muerte. “No moriré hoy”, me dije. La soga seguía bailando, pero
mi estómago había dejado de sonar. No pude resistirlo y me comí lo que estaba
escribiendo.
SEÑORITA ROCK AND ROLL
Para Janis Joplin
Esa noche, la niña
monstruo comprendió que la muerte no era más que una lección de terror que a
solas aprendería. En su última habitación, no hubo pizarras ni tizas de
colores. Bobby McGee se quedó dormido en su regazo y la media luna vomitó el
último polvo blanco de su reloj de arena.
Esta noche, los bichos y
yo ladraremos. Mientras tanto, que llueva…que llueva contigo.
GOLPE
Podía oír mis latidos en
el suelo cuando nos quedamos solos. Había sacrificado mi lengua para no
ahogarme al hablar. Mis manos en las suyas eran como las hojas de mi diario: a
ciegas leía en cada línea lo que me decía al oído.
Busco su boca y me la
esconde, cierro los ojos y me dibuja una nube en la frente. Angustiada, trato
de secar el sudor de mis manos en su camisa; fastidiada, arranco uno de sus
botones. Despierto.
Se me hace costumbre
golpearme al dormir y despertar debajo de la cama.
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