Ruidosos recuerdos
el tambor frenético en los tímpanos
perforándome la paciencia
el ritmo metrónomo incesante
reta mi meditación
la madrugada violada en aullidos
desquicia mi autocontrol
los decibeles imitan rascacielos
provocándome el desespero
la irrespetabilidad de una fiesta en mi duelo
incita toda neurosis
el tormento chino a cuenta gotas de mis lágrimas
amagándome contra el insomnio
los golpes taladros de ironía
destruyen cualquier ansia de amor
el ruido insistente de un hematoma cambiando de colores
me patea odio
me patea miedo
me patea dolor
la histeria de las cuerdas monótonas
estalla en pedazos de vidrios mi espanto
SÓLO ANHELO EL SILENCIO
un violento jaloneo de las claves
no acaba la burla de mi deseo
astillada en el agua
olvidada en la tina
desgarrado el vestido
revolcada locura
arrastrándome muda sobre el pánico
azotándome sangrante en la humillación
Normal
Regreso a tierra cargando la lejanía para volver a ella cuanto antes. Adoptar la actitud ¿madura? ¿resignada? ¿cínica? La actitud de claudicar ante la realidad. Reciamente observar la sinrazón, la injusticia, la criminal naturaleza humana con ojos del espectador, o bueno, de la espectadora. Fríamente aceptar la inaudita realidad mundial como NORMAL. Dejar el sentimiento a un lado y mentalizar la impresión provocada por las circunstancias… NORMAL. Sofocar todo azote y entender la explotación del hombre por el hombre, de la naturaleza por el hombre, de la vida por el hombre como ¡NORMAL!
Un engaño NORMAL
Una asalto NORMAL
Un fraude NORMAL
La miseria NORMAL
La guerra NORMAL
El hambre, la hambruna NORMAL
La agonía NORMAL
La masacre NORMAL
La mutilacion genital NORMAL
El machismo NORMAL
La opresión NORMAL
El racismo NORMAL
La traición NORMAL
El agravio NORMAL
La humillación NORMAL
Robo, violación, rapto, vejación
NORMAL. NORMAL, NORMAL, NORMAL.
¡Ay!, ahora respiro.
Finalmente me percato
de mi estúpida desadaptación,
imbécil intolerancia,
engreída denuncia,
angustia egoísta,
insensata rebeldía,
absurdo idealismo,
malsoñada utopía,
¡incongruente humanización!
Qué derroche de energía
cuando el mundo
siempre ha sido
NORMAL.
¡Ay!, otra vez suspiro.
Una vez más, ¡ay!
Sobrevolando la intersección del tiempo con el Ecuador,
rumbo al trópico de Cáncer, dejando al sur al de Capricornio,
(- ¡vaya inventos de la imaginación!
- No, ¡perdón, perdón! si es NORMAL.)
aterrizo sin quererlo
en esta historia NORMAL.
No más gritos,
no más llantos,
ni palabras,
ni un encanto,
pues todo
ha sido reducido
a lo NORMAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario