Arde la maquila
fábrica
de muñecas rotas
quema el blanco
arena
que entierra los cuerpos
línea congelada
mentira
los vasos están vacíos
la sangre en el suelo
duerme la luz
en Ciudad Juárez
sin sueños
Los restos de la juventud se esparcen por las calles de la ciudad rota. Mujeres entregadas a un presente vacío de futuro siguen luchando por lo que les pertenece. La dignidad que se empeñan en robarles.
Levantarse y acostarse con la luz de la luna persiguiendo pisadas. Noche por dentro y por fuera. Vidas reducidas a la fábrica. Mole de hormigón y chapa. Al salir, la duda de si habrá llegada.
El horror acecha en las esquinas del arrabal. Es un monstruo sucio y se arrastra. Sombra negra y pegajosa. Hambre de cuerpo y sed de entrañas. Infección. Dueño del asfalto y de la tierra rota. Mil ojos. Luces tras cristales rotos y empañados de infamia.
Después el sol y las mentiras. Miembros enterrados. La sangre seca. Y manos anudadas. Burla necia. No hay culpables.
Por vosotras. Nunca por ellos.
Mañana.
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