Mosameet Hena, una niña de 14 años de Bangladesh, fue condenada a 100 azotes por un tribunal local por tener una supuesta "relación ilícita" con uno de sus primos, un hombre de 40 años, aunque algunos informes aseguran que el hombre violó a la menor. Tras recibir 80 azotes con una caña de bambú, se desvaneció y fue llevada a un hospital donde murió una semana después.
EL PAÍS, 5 de febrero de 2011
Mosameet Hena
Bangla Desh, Bangla Desh... así rezaba el primer
verso de aquella canción de Joan Baez en mil novecientos setenta y dos.
Independencia y pobreza, estado emergente en estado catatónico,
saris multicolores al sol espléndido, manglares impenetrables al desaliento.
Creció mi adolescencia tarareando
aquella canción y aquel sueño. ¿Acaso hay país
sobre la tierra con nombre más hermoso y exótico?
Mosameet Hena era una muchacha con catorce años treinta y
nueve años más tarde. Fue violada por su primo que nació
un año antes de la canción. Mientras era violada
sé que por el rostro de Mosameet corrieron lágrimas,
pero no se de qué color eran sus ojos. También sé que tenía
la piel oscura, el cabello oscuro, la casa oscura como la pobreza,
pero desconozco la forma de su rostro y hasta dónde había luz en su hogar.
Fue violada y, por ello, castigada a recibir cien azotes
sobre su espalda. La piel a los catorce años es suave, la carne
es tierna y aún el odio no tiene nombre en el vocabulario
de una muchacha de catorce años pobre y violada.
La noticia dice que se desmayó al ochentavo azote
que, llevada al hospital, tuvo una agonía de una semana,
que murió y fue enterrada en su aldea, Naria. ¿Alguien puso
alguna flor en su tumba? ¿Hubo responso, lágrimas, rabia?
¿Cómo fue el silencio en el funeral deMosameet?
... Es la historia de Bangla Desh, hombres ciegos
la empiezan cada vez... seguía la canción.
Pero ¿es que la ceguera ha de ser sinónimo de crueldad?
Hay algo que tendría que cambiar en lacanción.
Al menos, a partir de hoy no podré escucharla
sin que cada nota suene como cada uno de los ochenta latigazos
en la espalda de Mosameet. Una espalda abatida y escrita
por los pentagramas de la canción del odio, siempre hecha con el dolor.
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