Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

viernes, 17 de agosto de 2012

DIEGO ROPERO REGIDOR, Moguer, Andalucía


DUEL0 POR LA DAMA DEL PONCHO ROJO

Chavela Vargas ha muerto, la voz rota que comprendimos en cada gesto se apagó definitivamente en un momento complicado para el planeta, en plena convulsión estelar; ha muerto la recia costarricense que se sintió mexicana hasta la médula, que lloró por las cabezas cortadas y las mujeres asesinadas de Ciudad Juárez, que enarboló su poncho rojo de lana como una bandera allí donde su cuerpo enjuto recalaba. Con esta prenda hilvanaba su mitología personal. Amaba la libertad. Amaba a los suyos. Amaba intensamente el latido y las sacudidas de los árboles centenarios. Amaba hasta las pequeñas cosas de este mundo. Amaba incluso su propia muerte. Era esta dama, ya frágil, una explosión a raudales que nos hacía sentir más persona, que nos empujaba como una madre coraje por la senda de la belleza y la solidaridad. Esta flamante perseida, que caminó sobre pedregales, nos dejó sintiendo compasión. Su voz, ya restablecida, se parece más al quejido inquietante de un sin papeles que deambula por calles y plazas a la espera de que alguien con pulcritud cristiana le otorgue la gracia de la visibilidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario