Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

martes, 14 de agosto de 2012

AARÓN J. MAGNAN, Tijuana, Baja California

 Las Soluciones

En ese entonces, los hombres del pueblo amenazaron con no regresar. Algunos se dedicaron a trabajar en pueblos, países, hasta mundos ajenos; otros se dedicaron al tráfico de sueños ilusos, envolviéndose en búsquedas que siempre resultaron en menos dinero y más tiempo afuera; y otros tomaron el camino de la parranda constante. Se quedaron miles de madres solteras, un problema que preocupaba al pueblo.
Como una medida de precaución el pueblo decidió construir un globo de hule, en donde vivirían las ciudadanas más confundidas, o sea las madres solteras. Insistieron en construir el globo con el apoyo de militares, quienes, con valor trabajarían con martillos y clavos. Tristemente no se puede hacer un globo para madres solteras con martillos y clavos.
Entonces las madres solteras se organizaron una noche lluviosa, y cada quien traía una caja de sus cosas confundidas; Michel con su caja de cartas de amor, escritas por sus novios de la prepa; Leticia con sus vales de despensa, regalados por su suegra, cuyo hijo “se había pelado desde hace años”; Ana María con sus tres hijos, bien gorditos, aficionados de salsa de botella y los diversos chamoys que se venden en las tiendas de abarrotes; Elvia con una foto de su papá en el servicio militar. Y las demás con sus cosas enrredosas, algunas metafóricas, otras literales. Y la mayor de ellas, una señora con el nombre olvidado, mamá de solo un hijo, se paró y propuso un ejercicio.

Quiero que pongan sus artículos de confusión en el piso. Los revolvemos. Luego vamos a ver si podemos hacer un sentido general de esta masa de dolor.

Así pasó. Las integrantes del mitin informal expusieron sus piezas y penas, como un rompecabezas recién abierto. Y trataron de encontrar un sentido en el desorden. Que “mira, que el hijo de Flor se parece a la hija de Connie; que esa caja de recibos de María debería estar a un lado de la bicicleta de Rosario”. La actividad ocupó la mayor parte de la noche, y aunque sintieron a gusto las madres, no sentían que se había resuelto algo.
Llegó el día de la terminación de la obra del globo, y las mujeres desesperadas se resignaron a su vida de aire. Es más, se iba a llenar el globo de helio, para que flotaran las madres solteras arriba del pueblo, fuera de peligro. Y, agregó un funcionario, las voces de las mujeres madres solteras del globo de hule y helio tendrán su propia voz, unidas en su viaje y habitación. Regalaron a los trabajadores un convivio con refresco y carnitas. A lado del globo, todavía amarrado a la tierra, comieron a gusto, y se formaron las madres solteras para entrar a la construcción. 
Ya adentro, los hijos fueron en busca a sus padres en camiones proveídos por el ejército, y con clavos y martillos, guardaban el deseo de crucificarlos. El ejército acompañó a los jóvenes, quienes no despidieron a sus madres.
Una vez adentro del globo, los funcionarios más guapos posaron en fotos enfrente de la monstruosidad transparente. Y mientras el globo se llenó de helio, subieron las señoras al aire. Las madres solteras platicaron entre ellas, sus voces más y más agudas, más tiernas, como voces de niñas, ya ves que los niños dicen tanto, tanto que nadie les escucha a través de la melodía de la voz. Las madres emitieron sus coros y versos, voces afectadas por el helio, cantando lo que realizaron después de todo. Y las palabras de ellas se perdieron entre sus voces, letras y vocales de una canción no escuchada.

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