Patria
Hoy No quiero que muera la
palabra patria en mi boca
Me sabe sucia
Esta patria donde a media noche
los cadáveres se levantan del fondo del
rio
Donde se enfría el café, porque no quedan manos, ni boca, ni
cuerpo, ni nada para beberlo
Las casas del campo son como
cementerios descascarados por la guerra.
En silencio…
Pasan los zumbidos de las balas,
los gritos dormidos,
el llanto de los perros y los
niños
que valen lo mismo ante el fusil
del sin-alma.
La plaza del pueblo donde
obligaron a todos a jugar con la muerte
y se tomaron de las manos las pocas oraciones,
que de nada sirvieron frente al grito
asesino.
Toxica la lengua de los que dan las ordenes, y hacen del viento
de metales y fuego, música para su
sordera.
Me sabe sucia esta patria
donde se olvida el horror
donde se duerme y se calla…
Esta patria boba, que elige el
abismo
de rodillas ante los mendrugos que dejan las fieras.
Patria que pare dolor
con las piernas laceradas
con placenta putrefacta
patria anémica, anoréxica…
pobre patria, que ha olvidado la
vida y se muere en mi boca.
Tengo una cicatriz
Me la han hecho con un hacha sobre
la espalda y el recuerdo.
Miento, es cicatriz de bala,
encontrada por mi cuerpo
¿Alguien la habrá perdido?
No sé a quién regresarla.
Pero no es de bala mi cicatriz, es
de vidrio
Un ebrio me ha cortado las entrañas.
Parece de colmillos mi marca,
Como si un perro furioso hubiera
mordido un pensamiento.
Sigo mintiendo, la cicatriz es de
boca
De amante desesperado y fugitivo.
Pero no, esta señal es de ausencia
La huella de no ser tocada.
Tengo una marca de vientre oscuro
De llanto, de ternura, de placenta
dormida…
Todo es una mentira
No tengo cicatrices
Sigo siendo herida abierta.
A mi carne la libero
No voy a tolerar que me aprieten bajo el quirófano de miradas
Tengo huellas
profundas, me enaltecen
Son mis banderas de guerra
Una marca de día en bicicleta, cicatrices de viajes,
moretones de amores
La piel surcada por el tiempo, por la impredecible balanza
de lo denso y lo liviano
Mi cabello es un cielo de imperfección precisa
Revuelto en nubarrones
Eléctrico y feroz
Los pies los llevo cortos, no me apresuro
Disfruto del camino
Así como la infancia soy pequeña y profunda
en este cuerpo de
barro moldeado por la lluvia
Al que dan forma rostros
manos
Y tristezas
Vive un alma de siglos
Que traspasa las pieles, oropeles de luz
Voy quedando desnuda
En desuso de
todo
Me sobrecojo
en ofrenda
Me entrego a la sagrada nada
Al amado vacío
Que no exige
Bellezas
Perfecciones
Quirófanos
Pupilas transgresoras.
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