Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".
Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.
En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.
Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es
viernes, 28 de septiembre de 2012
FABIAN NIÑO, Bogotá
Se las han llevado,
no han dejado huella,
sus pies están enterrados,
quién sabe dónde,
quien sabe cuándo,
quien sabe hasta cuándo.
ALBERTO VILLÉN PINILLA, Orihuela del Tremedal, Aragón
MÓNICA SOSA VÁSQUEZ, Chetumal, Quintana Roo
y voces que nunca vimos
solían tener vida,
como tu y yo.
Despertaron de la pesadilla,
empolvadas de tanto rodar y rodar.
Vuelan hacia arriba,
donde habita el águila sobre el nopal.
Y en ella nos bañamos,
y en ella nos ahogamos…
JUAN CARLOS VELÁZQUEZ, Ciudad de México
JOSÉ SANTANA PRADO, Jalisco, México / Chile
LUIS ANSORENA, Palma de Mallorca
MAGDALENA MARTÍN RODRÍGUEZ, Málaga, Andalucía
En alta mar está la vida, en alta mar
la muerte. Sobre la arena también esta la vida,
también junto a la vida está la muerte.
Traen muerte las olas. Muerte
que arrojan sobre la arena.
Muerte, hambre, esperanza, búsqueda, miedo,
ansia de vivir. Todo, todo sobre la arena.
Todo en el centro de la noche.
Tenía que ser silenciosa la noche; pero hay muerte
a lomo de las olas
y gritan, los silencios de los muertos.
Gritan las olas agonizantes
y acuden los custodios de las costas
y se agudiza el dolor, el miedo.
También hay vida a punto de brotar, vida
que se abre a la luz, despojada de raíces,
ajena a tanta angustia. Vida sin embargo,
esperanza; pero ¿qué haremos
con los muertos?
Una tumba,
anónima,
silenciosa,
sin nombre.
El día de difuntos
alguien, depositó en ella,
una flor.
DAVID GONZÁLEZ, Gijón, Asturias
EDGAR JAVIER ULLOA LUJÁN, Ciudad Juárez, Chihuaua
Hay pasos que suenan, el techo
con crujidos, del aire.
Estoy alerta,
y el efecto sonoro de las llantas en las calles
me apaciguan
y los ladridos interminables son sinfonía.
Las puertas chillan.
No escribo nada aún, estoy aquí,
intento retener los ajenos ruidos.
No solo la noche se resiste al amanecer,
sino el asesino permanece dentro de la casa.
Le suenan sus tobillos, en cada paso invisible.
Espero a la silueta locuaz que entre al dormitorio,
el horror me invade
por cada variante atropellada
sombras difuminadas que concentran silencios
asfixiados en cada momento.
Soy el final del camino:
No se si gritar, huir
o saltar por la ventana,
incendiar la casa, tomar una arma blanca,
o ser perseguido cada noche.
Respiro lentamente
la cama tiembla con saldo blanco
y el miedo ha terminado.
Me duele tanto olvidar
Entre el yo, el hubiera.
Ahora escucho el tren pasar,
tensión y la sangre en mi cuerpo.
Disparidad, libertad.
Espíritus que rondan
en las paredes blancas, nos persiguen:
en esta tempestad.
INÉS MARÍA GUZMÁN, Málaga, Andalucía
Sonidos que chirrían,
el claxon que golpea…
Sirenas y disparos,
la luz extraviada, sin ecos.
Instantes
y un temblor en el aire.
Madrugadas.
La muerte en los tejados
igual que un gato fiero
y en el fondo de nada
los cuerpos…
Es un paisaje feroz,
sin un murmullo de cascadas frescas.
Con un gris y un desmayo
oculto en cada hora.
Amaneceres lentos,
códigos que borraron
hallazgos en las zanjas.
Miedo.
Terror que inunda el aire envenenado
Borraron el futuro,
arrebataron almas.
¿Dónde está el alma oculta
de esta ciudad sin sueños,
que escribe en roja tinta
y trazos femeninos?