Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

sábado, 4 de agosto de 2012

ANTONIO MOLINA MEDINA, Bilbao, País Vasco

LAS REJAS

Quítale las correas que oprimen su cuerpo.
Quítale las mentiras que envuelven su alma.
Quítale las hormigas que pululan su piel,
y el lardo de sus arterias que no dejan fluir
los amores tardíos.
Que su corazón zozobre y se hunda en su mar.
Que las olas le arrastren junto su tempestad.
Que los cielos diluvien agua para sus ojos,
para que no falte el salitre en sus lágrimas,
ni la flor de la vida que se adueñó de ella,
rompiendo con  sus lágrimas su propia soledad.
Antonio molina


MUJER SOÑADA

Tu sonrisa atrae las notas del saxofón
que se acopla a tu cuerpo. Se aferra a tu boca.
Mezclando los sabores. Destellados olorosos,
se entrecruzan con las notas del metal.
Tu cuerpo explosiona de pétalos que
pululan por sala, para sorpresa del juglar;
que se recrea de tu sonrisa. Embelesado
desliza su mirada por tu cuerpo escultura.
Mezclados con el polen de sus versos,
los que mana de tu cuerpo, uniformes notas,
cargadas de sexualidad.
La melancolía se adhiere
en noches sin freno.
Aferrado a su almohada.
En la soledad que le inunda…, atrapa.

AGUJA, HILO Y ESPARTO

Tu cuerpo lo encontré recubierto de rocío,
saciado con los sabores de incienso, mieses y vino,
en la vereda el Cubillas, se te acerca Federico
tocado va con sobrero, sonrisa en ristre de silfo 
verdes hojas azuladas, brillan en su pelo liso. 
Se sentó junto a tu vera, te cobijó con su abrazo,
el sol brilla al mediodía en el firmamento alto.
Rodea toda su sombra un verde como aguachado
y tú, eres verde oliva, verde musgo. Verde. Glauco.
  La luna al despedirse entre aceitunas y jaras,
lloraba bien orgullosa de haber besado su cara.
De su costado, algo verde, de su boca, algo grana
una grieta que tus manos palpaban para cerrarla.
Se han agarrado las manos que en cabriolas
jugueteaban, Federico no te suelta, te tiene bien aferrada
se coge a todas tus cintas de muchacha ensoñada
él que se creía muerto, pero muerto y todo, habla.
Se les transfigura el rostro, que surcan lágrimas calmas,
su traje de limón claro se le requiere la tierra, esa gran
madre magnánima para que regrese al lecho ese de hondura
insondada, de memoria desdentada, que sin dientes, aún ¡desgarra!

DE SUEÑOS ACAUDALADOS

Nos aferraremos juntos
de las manos engarzados
recorreremos caminos
caminos llenos de barro
por trigales y por llanos
donde aún canta la cigarra
y la hormiga guarda el grano,
seguiremos recorriendo
como dos enamorados.
Llegaremos donde quieras
mientras no sueltes tu mano.
Seré tu punto de apoyo,
agua clara, de manantial renovado.
 Tú no debes desistir,
pues el mundo es embarazo.
Yo quisiera buena amiga
poder mirarte a los ojos
¿para qué quiero yo tratos?
Mi mano ya está en tu mano,
mi corazón tu costado
mis canas arrancaría
por caminar a tu lado.



OTRA VEZ LA PALABRA

Llegó la calma hoy, a su costado
serenando la fiera que domina, y
con fuerza maneja las heridas,
las abre y cierra a su antojo, presumida.
La noche fue oscura, la mañana se aclara
a pesar de la lluvia y el agua…
El verde de los campos se inunda de
                                    humedades
que limpian de lo malo a almas doloridas.

Otra vez la palabra acomete el milagro,
Y risueña se alaba con tinta y con papel.
Un puñado de sueltas letras, ha encontrado
las inscribe en su alma, y le enjugan las lágrimas
que han marcado el camino, derramadas.

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