ARENA
ETERNA
Homenaje
a las mujeres de Ciudad Juárez
Septiembre
2013
Se
cuentan por millones los huesos desgarrados
que
claman bajo la arena del desierto,
fundidos
con ella,
brillando
con ella,
muriendo
con ella,
viviendo
con ella.
Se
cuentan por millones las lágrimas de los muertos
mojando
cada grano de arena en un afán imposible,
constante,
desgarrador
y eterno.
La
eternidad extiende sus entrañas bajo la arena
creando
ríos de savia
con
los labios de las muchachas
que,
desde Juárez o cualquier otra ciudad del mundo,
cantan
color de nácar o mañanas de de besos.
Porque
no existe el mundo sin la nana que duerme,
porque
no existe el hombre sin el viento y la herida,
porque
no existe el cielo sin la mano que clava
el
amor en la espuma de arena infinita.
Todo
suena en un eco de voces no tocadas
por
encima de las nubes y de las sombras.
La
serpiente se diluye en la luz del camino
mientras
dibuja el paso ondulado hacia la eternidad.
Sufre
la arena,
canta
la arena
frente
a un mar que, desgajado en olas de tormenta,
esconde
la esperanza de un futuro de pájaros
para
dejar la huella que nunca deberá repetirse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario