Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

sábado, 1 de septiembre de 2012

LILY CUADRA, Peru


SIN DIOS

subastan el paraíso


no germinan las flores de la esperanza


quedó sin agua el manantial de la fe


las aves no volvieron a sus nidos


las balas quebraron sus alas


llueve sangre y lágrimas


se fueron las palomas blancas teñidas de rojo


que paraíso me ofreces mi Señor?


los árboles con tétricas ramas sin hojas


sin savia, sin Ti


ya no muestres tus heridas Padre


me basta saber que tus hijos entre ellos se matan


el dolor contagia contamina


sin saber qué es el odio ni a quien odian


y los cadáveres sin crucificar vagan


merodean la frontera de nadie


los más pequeños buscan a sus padres


los mayores a sus hijos y hermanos


perdóname Dios que subleve mi entendimiento


no me pidas que siga tus huellas


no hay paraíso no hay paz


solo muerte terror destrucción


no estás entre nosotros Padre


ni el Hijo ni el Espíritu Santo


¿dónde te has ido?


¿a llorar en el desierto?

soledad que susurras de allá lejos


mis inútiles manos


no pueden curar sus heridas


no puedo cubrir sus cuerpos de tierra


no puedo decir ¡basta! no más guerra


estamos solos acabando nuestras vidas


abandonados
sin Dios

 

 

Y CAYÓ EL HOMBRE

Y cayó el hombre
con su talega rota
por la carga de sus grandes utopías
dejando huellas de sus pies descalzos
terco el hombre siguió su propio camino
convencido de llegar al escondrijo
de doña paz su salvadora
y cayó el hombre
cansado de andar
sus ilusiones no germinan
las palomas blancas se las comen
aletean sacudiendo la sangre salpicada
y cayó el hombre
bajó los parpados vencidos
y la doña le dio un beso
muere en paz le susurró al oído

 

 


LOS SIETE PANES

Y tengo dos manos dos pies dos ojos

y no puedo ayudarte

camino silenciosa chocando con los ruidos

beso mis piedras que nunca las arrojo

esta vez me quemaban en las manos

en mi último desgarro las escondí en mi bolsillo

seguí sin rumbo

y mis ojos vieron la miseria descalza

el dolor con guantes

el hambre en las ollas vacías

siete panes sobre la mesa cartonera

me senté con ellos… sentí sus pies con llagas

y sus manos huesudas compartiendo el pan

la olla llena de suculentos sueños

rebalsaban en pesadillas al ajo

los pies siguieron y las manos se enguantaron

y los ojos de los pobres se cerraron

para no ver las vidrieras adornadas de aves desplumadas

y el arroz los fideos el azúcar y el café

brillaban tras el vidrio…

y no se rompe

ante la mirada hambrienta…

se quiebran los ojos

y el vidrio no se rompe

 

 

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