Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

jueves, 27 de septiembre de 2012

ROSSALINNA BENJAMÍN, República Dominicana

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La ciudad tiene mi tinta
 
De un lado, el frío, entre comillas,
mordiendo estas pieles tropicales
sin permiso.

De otro lado el tiempo, que se vuelve tartamudo
justo al contar sus historias más aburridas.
Y en el medio yo sin mi viejo impermeable.

Siendo honestos, esta vaina no me sirve.
De un lado no me ajusta
y del otro me oprime insufriblemente.

Aplasto la mirada en las paredes
llenas de obscenidades mal escritas
cuando quiero respirar sin vidrios rotos,
huelgas de hambre,
funcionarios de mil sistemas inservibles…

Todo flanqueándome sin tregua.
Y que se le va a hacer!
Aquí estoy yo:
otro par de pisadas condenado al cemento.

Moverse hacia al frente no siempre es avanzar,
sobre todo si no hay luz.

Pero esta urbe malsana te obliga
a vivir de intentos o a morirte,
sobre el banco de algún parque,
para darle algo qué hacer a los policías
o a las lenguas de las señoras
que “NO SE METEN EN LA VIDA DE NADIE”.
Y yo detesto tanto a unos como a otras,
por eso, mejor sigamos.

Jamás el asfalto fue mi norte.
Yo pensaba mi futuro siempre en verde.
Incluso el humo,
cualquiera que fuese su naturaleza.

Esta bóveda, este ruido y este gris
no tienen nada que ver conmigo.
Estoy atrapada en una pesadilla ajena.
En la utopía de alguna mente enferma
que se zafó de su cuerpo, invadiendo el mío.

 Ahora soy un monstruo de dos almas.
La ciudad tiene mi tinta y yo su sangre
y viajamos las dos por nuestras grietas,
mutuamente…
Sin remedio, imparables.

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