DOS ESCENAS DE GUERRA
Lo
más terrible es que no hace falta ser un depravado para violar mujeres,
secuestrar niños y arrasar poblados. En la guerra basta con recibir el
adiestramiento necesario y ponerse en situación; entonces un anodino
oficinista de los Balcanes, un simpático mecánico de Oklahoma o un
laborioso campesino de Uganda es capaz de hacer lo que jamás creyó que
podría haber hecho.
*
Entre
los diferentes protagonistas de una guerra destacan los contendientes,
que sufren hasta la extenuación; los instigadores, que son los únicos
que sacan provecho; los negociadores, que necesitan muertos para
argumentar; y los cronistas, que dejan constancia de las gestas y se
olvidan de los crímenes.
LA PEZUÑA APLASTA UNA FLOR
20 de diciembre de 2003
Para Pilar y todas las mujeres
asesinadas. In memoriam
Cuando me acerqué a ti,
esperaba un beso tierno
y no el mordisco de un lobo.
Al llegar a casa,
hubiera bastado
con alguna palabra cariñosa,
y sin embargo tenía que soportar
graznidos de furia etílica.
Los golpes me anestesiaban el alma
y la indiferencia serraba mi cerebro
en porciones de odio.
No puedo darte otra oportunidad,
porque sería prolongar este martirio
de flor profanada
por la embestida carnívora
del semental ciego.
Ya no quiero acercarme al arco voltaico
de tu soldadura abyecta
que me tiene sujeta y siempre triste.
Si vas a matarme,
mírame a los ojos,
y verás que el estilete,
con el que hoy me amenazas,
comenzó a hundirse en mi carne
cuando despreciaste la primera caricia
de mujer ingenuamente enamorada.
POWAQQATSI
Para Luis Pastor Antolín
In memoriam
Si quieres saber qué es la dignidad,
basta con que respondas a estas preguntas:
¿por qué organizan una manifestación
los mineros de Bolivia?;
¿cuándo decide una persona
acabar voluntariamente con su vida?;
¿cómo se mantienen limpias y ordenadas
las favelas de Bahía o las jaimas de Tindouf?;
¿dónde están los desaparecidos
de las dictaduras de Argentina?;
¿cuánto está dispuesto a aguantar un preso
que comienza una huelga de hambre?;
¿quién enseñó a esa mujer que es suficiente un sari,
un hijo a la espalda
y un jarrón de agua en la cabeza
para hacer frente a la vida?
Lo que queda después de aventar el orgullo,
la desesperación, la rebeldía,
el cansancio o la subsistencia:
eso ha de ser la dignidad.
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