Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

martes, 28 de agosto de 2012

GABRIELA SANTA ARCINIÉGAS, Bogota

RAGNAROK

Ríos de dientes de espuma
jaguares heridos y serpientes
Aguilas que se derraman
Cóndores de truenos negros
  
La Anaconda 
no quiere ya cargar
las casas de los hombres.
  
Entre los gritos estruendosos del cielo
las nubes nos escupen.
Los titanes nos devoran
nos aplastan
ante el silencio adusto de los astros.
Somos pequeños.
 Todo se perdió
hace siglos
cuando se inventó el miedo.
Nuestas lágrimas no les interesan.
Ni nuestra tristeza.
Nos revuelven en su caldero.
Somos su comida.


CANSANCIO

Hace tiempo que me viene un cansancio
Desde el fondo de los huesos
Desde las constelaciones de átomos
Desde las migajas del alma que circulan por todo el cuerpo
Dónde el cuarzo que me orienta?
Dónde la niña escandalosa que nunca fui?
Allá está el útero, allá lejos
El huevo roto de donde vine
El huevo que ya no es más que un puñado de cenizas
Ese huevo que alguien dejó en el nido
Esa rama donde no hubo un nido
Esa rama desnuda donde yo me hice
Viendo a la humanidad allá lejos
Con sus ruidos y sus llantos que sólo ahora comprendo.
El pichón hambriento que fui todos querían que muriera
Fue ese hombre enorme con ojos de dragón de los que ya no existen
Ese hombre de manos de gorila
Y de sonrisa amplia como el mar
El que decidió que yo fuera su hija.
A nadie se lo dijimos.
Y en ese Chamizal espinoso caminamos él y yo
Jugando al niño que él ya no era
A la niña que yo no podía ser
Sobre las espinas riendo como locos
Riendo la triste vida
Riendo y cantando para olvidar
El hielo en los ojos de mi madre
Y su boca yerma
Y su cara de jardín abandonado
Y su corazón trémulo de pájaro siempre envuelto en el trueno de un cañón
Si mi sangre pudiera iniciar una revolución
Y si yo pudiera hurgar en mi prehistoria y decir
Que pase el siguiente que mi madre se morirá si este
Le besa la mano y le promete
La estrella que fue bautizada en otro corazón.
Sola estoy ahora como siempre
Sola agarrando mi vida con las uñas
Sin permitir nada húmedo y frágil salir de mis ojos
Soy tierra pisada y macerada
Vejez me llamo desde siempre
Porque los primeros ojos que me vieron
Cifraron todo el libro de la vida en un instante
Y el agua que los hacía brillar me bautizó con ese nombre
Y hasta hoy no he podido acabar de comprenderlos.

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