Desde el 1 DE SEPTIEMBRE DE 2012 hemos venido celebrando en numerosos pueblos y ciudades del planeta, las lecturas solidarias "ESCRITORES POR CIUDAD JUÁREZ".

Estas lecturas están convocadas en solidaridad con Ciudad Juárez, en representación de todo el pueblo de México y por extensión de cualquier otro rincón del planeta donde el miedo, consecuencia última de la violencia, es utilizado para imponer la voluntad y los intereses de los grupos de poder sobre los derechos y la dignidad de los pueblos y los ciudadanos.

En nombre del colectivo Escritores por Ciudad Juárez continuamos con esta llamada a la solidaridad y la movilización. Quienes lo deseen pueden remitirnos sus poemas o textos, alusivos al conflicto que padece Ciudad Juárez, que serán colgados en este blog y posteriormente utilizados en cuantos proyectos y publicaciones decidan los organizadores de las lecturas solidarias. Las colaboraciones serán colgadas como entradas, con el nombre del autor o autora, junto al nombre de la ciudad de donde nos escriben. Y cada nueva colaboración del mismo autor o autora será añadida a la primera de sus colaboraciones.

Dirección de contacto: poemasporciudadjuarez@hotmail.es

lunes, 6 de agosto de 2012

NABIL VALLES DENA, Ciudad Juárez

Litografía del desierto

I . Junto al barandal entretejido de bolsas de plástico
sigo a una mujer que aprieta el paso.
Recuerdo que pasé por aquí de niña
con una corona de cartón en la cabeza
y todo el mundo era el reino de mi padre


II. Esta vez voy sola.
Tengo miedo por mis cabellos largos,
porque nací rota del centro de mi cuerpo
y pueden quebrarme como a una vara de lila
reventar las serpientes azules de mis venas
camino, y mi bosque se derrumba en avalanchas de arena


III. Llego a tomar el desayuno en un café cercano
ahora soy una viuda o una huérfana
el hombre del negocio habla de su juventud
de los cafetales donde el sol urdía en el verano
la trama de este olor que nos acoge.
Mientras esperamos que el invierno
vuelva y levante espectros de frío
para cuartearnos el rostro
con el beso de los muertos
y entonces sabremos que nuestra sangre es tibia.


IV. Un muchacho me cuenta del sepelio de su amigo
y no le digo nada que sea útil:
toco su frente para borrar la cruz
y su astilla de dolor se me queda en la mano.


V. El desierto huele a la humedad
a mujeres
ó figuras de papel mojado.
 

Hace tiempo
una hembra de canario murió en la jaula de un porche
y el día que Sagrario no volvió de la jornada
su madre dejó escapar al macho.
A su regreso entre los médanos
hallaron la osamenta.


VI. Esta calle que piso me duele
porque he de morir igual:
para cuando abran mi pecho
sacarán un canario de arena.

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