“Somos
lo que leemos, no lo que escribimos” Roberto Bolaño
MAQUILADORAS= la
palabra maquila se origino en el medioevo español, para describir un
sistema de moler trigo en
Molino
ajeno, pagando al molinero con parte de la harina.
Femenicidios,
maquiladoras, violadas, estranguladas.
Lote
Bravo, El Paso, Juárez, Texas, Lomas de Poleo.
El
seno derecho fue cercenado, el izquierdo arrancado a mordiscos.
Silvia,
Esmeralda, Berenice, Claudia. Tenían 14 y 17 años.
Vivian
ahí, o emigraban. Con sueños y melodías.
Trabajar
y estudiar, refugiarse en el trabajo,
montando
y construyendo zapatillas, fuentes electrónicas,
maquinas
confeccionando trajes, pedaleando hasta el orgasmo.
Mi
madre me veía ir, sin el crepúsculo borrado.
Pasajes
solitarios, noches de club malboro, club 15.
Música
destilada, oxigenada. Escaparse en escenas psicodélicas.
Todas
éramos mujeres. Mandaban ellos.
Nos
hacían fotos, y hombres que querían ayudarnos
venían
por nosotras.
Casas
señoriales, estrellas y boinas verdes,
políticos
de paseos con el perro al parque,
esnifar
sangrando por los dedos.
niñas
entregadas a orgías,
desnudas,
tendidas en la mesa, con frutas,
y
humos, vino, whisky, sin tiempo de llorar.
Escenas
medievales, cuento de Maupassant recreándose.
Encontradas
en campos de algodones.
Todas
ellas, en el fetichismo de la mercancía.
Obreras
y cosas por el mismo salario,
engañadas
con el sueño atravesado,
que
no vieron porque llegaron tarde
y
alguien le cerró los parpados.
Recuerdo
el jazz, la voz conmovedora de Billie Holiday.
Para
perderme en el desencanto, por la decadencia de las
civilizaciones,
la irracionalidad de la violencia.
Expresar
la risa ante el espejo. Pasar al otro lado,
perderme
por pasillos, mirar el sol en los zaguanes,
la
luna bebiendo mis huellas en la arena.
No
puedo, están ahí, tendidas con las piernas abiertas.
La
muerte aun no ha borrado su hermosura, la madre que
ha
venido lo sabe.
Trazaran
rutas y mapas para llegar.
No
los dejan.
La
cal hervirá en los huesos y las entrañas,
nadie
los encontrara.
Se
consumirá películas de sexo y estrangulamiento.
Pero
el secreto del mundo esta ahí.
“Los
de abajo marcharan hacia la cola
del
pan.”
Nos
preguntamos si “Es el tiempo de los asesinos”
Ciudad
Juárez es un agujero negro. La luz cae y se pierde. Alumbremos el
camino. No más mujeres muertas ni desaparecidas
LABIOS
Mujeres
que me apoyan, para poder ir adelante, cantando y caminando.
Lanzando
voces y oraciones, frases que construyo agitando la vida, para que
suelte los jugos y las sales.
Amores
que convoco para exorcizarme, purificar el aliento y templar fuelle
para que la respiración dure y pueda aguantar.
Ellas
no están, se han ido y no pude detener su partida.
Estoy
solo. Me voy acabando.
Cómala,
Santa Teresa, Macondo. Desierto de Sonora.
Encontraron
una muchacha que solo le enterraron la cabeza,
para
que no la conocieran.
Su
cuerpo quedo boca arriba.
Tequila.
Chilaquiles. Chicotizas. Guaruras.
Niños
tocando tarolas. Coches con vidrios ahumados todos lo vieron
pero
nadie dijo nada. La encontraron con el hioides despedazado.
La
policía dijo que era una puta, y por el oropel
era
una puta cara. Se las llevaron todas bajo sospecha.
y
en los calabozos con olor a vomito
las
pasaron por la piedra hasta sentir su corazón palpitante.
Debemos
cantar para que las formas existan
y
salgan de la tierra.
Para
que el olvido siga lleno de memoria.
Son
nuestras hermanas, la madre, la novia.
Son
la vida.
Encendamos
los caminos de luces,
que
los huesos alumbren en los desiertos,
que
de la tierra broten labios que convoquen
que
las mujeres están tristes.
Que
se ha secado la fuente,
de
mujeres que se secan,
tatuando
las lágrimas en su rostro.
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