EN CIUDAD JUÁREZ
¡Oh! Ciudad Juárez, en tu seno ¡qué sientes!
viendo cómo día y noche, el tormento,
oprime como plomo abatimiento
esa frontera ceñida tan doliente.
Tus mujeres en manos asesinas
van enajenando un viento enrudecido
que el desierto funde, tan temido,
deslizándose cual hielo por retinas.
Gritos que abortan ese vivir soñado,
miles de madres de angustiosas miradas,
despavoridas ven carnes laceradas
de sus vástagos, amor amortajado.
Esa condena mundialmente clamada
ante barbarie sobre cielo inocente,
voz a tal infamia de horror latente
nos incendie como fuego en desbandada.
Aliento, poema que aflora en lejanía
unidos por un cielo franco, cubierto
por un amor tan desnudo como cierto
paz y abrazos, amalgama de armonía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario